La familia es una estructura social que evoluciona. Esta evolución ha hecho que se pase del concepto de familia tradicional a una estructura más heterogénea, en la que junto a la “familia nuclear”, son cada vez más frecuentes otras variedades como la monoparental, las formadas por un solo miembro, las compuestas por lazos de amistad o interés, las parejas sin hijos... Este es el abanico que se le puede presentar al niño o niña como ambiente familiar. Por otra parte, también se dan situaciones de desamparo o maltrato, para las cuales las alternativas de acogimiento familiar y de adopción podrían ser soluciones adecuadas y que nos presentan, además, otra variedad de situación familiar.
Es responsabilidad de los progenitores velar por el desarrollo de los hijos e hijas. En la actualidad es frecuente que ambos progenitores trabajen fuera del hogar, en consecuencia las tareas del hogar y del cuidado y atención de los hijos e hijas y de los abuelos y abuelas ha de ser tarea de toda la familia. La familia ha de ser entendida como equipo afectivo y efectivo que distribuye las tareas y el afecto de forma corresponsable.
OBJETIVOS
• Reflexionar sobre la corresponsabilidad en la familia.
• Conocer diversos modelos familiares y las repercusiones que esto pueda tener sobre la vida familiar.
• Examinar la influencia de los prejuicios relativos al género ante la toma de decisiones.
• Analizar las actitudes diferenciadas hacia los diferentes miembros de la familia.
MARCO TEÓRICO
La familia es el núcleo social más cercano a la criatura del que ésta depende física y emocionalmente durante los primeros años de vida y donde establece los primeros vínculos afectivos. En este mismo orden se ha comprobado repetidas veces que las niñas y niños que han sido separados de sus familias de origen de modo traumático sufren secuelas afectivas y cognitivas.
Si estudiáramos la evolución que ha experimentado la familia desde el siglo XVIII hasta la actualidad observaríamos multitud de cambios. A lo largo del siglo XVIII y hasta hace menos de cincuenta años las familias solían estar constituidas por miembros de tres generaciones. Por efecto del desarrollo industrial y de la vida en las ciudades, la familia empezó a limitarse a los progenitores y a sus descendientes. En la actualidad aunque la estructura familiar más habitual esté constituida por dos progenitores y las hijas e hijos, son también frecuentes las familias monoparentales, las parejas sin descendencia, las estructuras grupales en comunas y otras asociaciones, los casos de adopción, y la convivencia entre dos generaciones pero no de descendencia directa con alguno de los progenitores. Los efectos de esta evolución se observan en cualquier aula o centro educativo y siempre han sido motivo de suma cautela.
Algunas veces se ha tratado de evitar el comentario o tratamiento de este tema por miedo a herir la sensibilidad del alumno o alumna o por temor del efecto que esto pueda provocar en las relaciones escolares y extraescolares de la alumna y alumno con el resto de las personas del grupo. Sin embargo, la mayoría hemos comprobado que estos detalles se acaban conociendo y cuando la información llega a todos los alumnos, la escuela se ve obligada a intervenir pero con medidas que se aproximan a las intervenciones en crisis.
Por otra parte, con la incorporación de la mujer al mundo laboral se ha puesto de manifiesto el valor de las tareas que tradicionalmente realizaban las mujeres en el hogar, y especialmente el cuidado y atención que prestaban a la infancia y a las personas mayores. De este hecho se ha derivado la necesidad de contratar a terceras personas para la ejecución de estas tareas domésticas. Sin embargo, la Convención sobre los Derechos del Niño recoge que es responsabilizad de los progenitores o personas encargadas legalmente velar por el cuidado y desarrollo integral de la criatura, respetando el Estado dicho derecho y no separando a la criatura de los mismos contra su voluntad salvo cuando esto sea necesario para el interés superior de la criatura.
En suma, la familia constituye el núcleo afectivo, social y educativo más próximo de las niñas y niños. En la familia se desarrollan los primeros vínculos afectivos que proporcionarán a la criatura la suficiente seguridad y autoestima necesarias para el desarrollo social. En la familia se desarrollan también las primeras habilidades sociales que le permiten aprender a reconocer al otro y a diferenciar al otro significativo de quien no lo es. Por último, la familia es el medio más apropiado –porque integra componentes afectivos intensos- para el aprendizaje por modelado, para la transmisión cultural o para la motivación por el aprendizaje en general.
¿QUÉ SE PUEDE TRABAJAR EN RELACIÓN CON ESTE TEMA?
El docente
• Analizar los propios prejuicios adquiridos.
• Conocer la realidad familiar de los alumnos de nuestras aulas.
• Ofrecer modelos democráticos y no autoritarios.
• Tratar debidamente los problemas que pudieran derivarse de las diferencias en los modelos familiares de nuestros alumnos.
La familia
• Garantizar que su hija o hijo disponga del afecto y cuidado necesarios para su desarrollo integral.
• Establecer una comunicación sana entre los miembros de la familia.
• Desarrollar hábitos de colaboración en las tareas domésticas.
• Establecer corresponsabilidad en las tareas del hogar.
Fuente:
- ARARTEKO. Materiales basados en la convención sobre los derechos de la infancia. Educación primaria.
0 Escribe aqui tu comentario:
Publicar un comentario