Los objetivos de esta técnica son: estimular la audacia y la sagacidad, cultivar la creatividad, alentar la sabiduría,expandir la capacidad crítica y formar pensadores.
La mejor forma de producir gente que no piensa es alimentarla con conocimiento sin vida e impersonal.
Soy un crítico del hermoso material didáctico que contiene conocimiento pero ignora la historia del científico. Este tipo de educación causa aversión en los estudiantes, no estimula el arte de pensar.
Pasé muchas noches de insomnio, dificultades y turbulencias para crear una nueva teoría sobre el funcionamiento de la mente, en un país que no tiene la tradición de producir científicos teóricos. Generar una nueva teoría es mucho más complejo que hacer cientos de investigaciones. Pero no todo el mundo valora este trabajo.
¿Cuáles son mis fundamentos intelectuales? ¿Podrían ser mi éxito, el reconocimiento de la teoría y su utilización en tesis de maestría y doctorado? No. Mis fundamentos son el dolor que sentí, las inseguridades que viví, la angustia que sufrí y la superación de mi caos…
Detrás de cada información dada con tanta simplicidad en el salón de clases están las lágrimas, las aventuras y el coraje de los científicos. Pero los estudiantes no pueden verlos.
Hablar acerca de la historia de la ciencia y de los pensadores es tan importante como el conocimiento que han generado. La ciencia sin rostro paraliza la inteligencia, distorsiona el ser y lo aproxima a la nada (Sartre, 1997). Genera hombres arrogantes y no pensantes. Un científico rara vez ha causado algún daño a la humanidad. Quienes causaron daño fueron aquellos que usaron la ciencia sin conciencia crítica.
Pasión por la ciencia: en busca de aventuras
Debido a que genero conocimiento acerca de cómo construimos los pensamientos, siempre me ha intrigado la observación de que un pensador cree un grupo de primera generación de colegas pensantes, y que en la segunda generación se vuelvan escasos. Por ejemplo, muchos de los jóvenes amigos de Freud se volvieron pensadores, como Jung y Adler. Después de la muerte de Freud, muchos de sus seguidores se cerraron a nuevas posibilidades de pensamiento. Así que no expandieron sus ideas más allá de lo que la primera generación había hecho; sólo las reprodujeron o las repitieron.
¿Por qué ocurre este fenómeno inconsciente en la ciencia? Porque la primera generación participó en la historia viva del pensador. Sintió el calor de sus retos, de sus persecuciones y coraje, y por lo tanto tenía abiertas las ventanas de la inteligencia y se atrevió a crear, a tomar riesgos y a proponer algo nuevo. La segunda generación no participó en esta historia, así que divinizó al pensador en vez de humanizarlo.
Claro que hay excepciones, pero este mecanismo es universal. Ha estado presente en la filosofía, en las leyes, en la física y los sistemas políticos, e incluso entre los líderes espirituales. ¿Sabe usted quiénes son los peores enemigos de una teoría o de una ideología?
Sus defensores radicales. Hay mucho por decir acerca de esto, pero ahora no es el momento.
Por lo tanto, afirmo convencido que humanizar el conocimiento es fundamental para revolucionar la educación. De otro modo, asistiremos a miles de conferencias sobre educación que no tendrán ningún efecto intelectual. Los estudiantes, incluso aquellos que logren grados de maestría y doctorado serán, en el mejor de los casos, actores secundarios en la evolución de la ciencia.
Creo que del 10 al 20% de la clase debería ser empleado por los maestros en rescatar las historias de los científicos. Esta técnica estimula la pasión por el conocimiento y produce ingenieros de ideas. Los estudiantes se irán con un diploma en la mano y una pasión en el corazón. Serán aventureros que se enfrentaran al mundo y lo exploraran con habilidad.
La gente joven saldrá de la secundaria, la preparatoria y la universidad deseando imitar a esos modelos emprendedores como científicos, doctores, juristas, maestros; en otras palabras, los actores que transformen el mundo y no modelos fotográficos y artistas que pasan una noche bajo los reflectores de los medios. El conocimiento sin rostro y la industria del entretenimiento irreal han matado a nuestros verdaderos héroes.
Fuente:
- Dr. Augusto Cury, Padres brillantes, Profesores fascinantes
1 Escribe aqui tu comentario:
Ojala y todos los profesores pensaran igual que usted.
Publicar un comentario