Los debates en el grupo son un instrumento de trabajo importante en todo el proyecto. Sirven para fomentar la interacción en el grupo, como instrumento para motivar y también como medio para finalizar una actividad. Empieza el debate formulando preguntas simples de repaso. Dirige el debate avisando a las alumnas y alumnos que el tema discutido se va a cambiar o va a finalizar. Por ejemplo, se puede decir: “Voy a ceder la palabra a … y luego continuaremos con…”.
NORMAS PARA QUE LOS ALUMNOS SIGAN EN EL DEBATE
Establecer normas básicas es esencial para que el debate tenga sentido y se desarrolle en un ambiente relajado. Las siguientes normas pueden escribirse en un lugar visible para que el alumnado las tenga presentes en todo momento.
• Levanta la mano si quieres participar y espera a que se te ceda la palabra.
• Sólo puede hablar una persona a la vez. No interrumpas a las otras personas.
• Escucha mientras hablan tus compañeras y compañeros. Para escuchar bien hay que intentarlo.
La escucha supone esfuerzo.
• Respeta los derechos de las restantes personas a expresar sus sentimientos y opiniones.
• Sólo se permiten respuestas consideradas o delicadas. No menosprecies a nadie.
• Respeta la vida privada de las otras personas. No cuentes información personal de otras personas y no hagas preguntas personales.
• Ante algunas preguntas puedes optar por no dar ninguna respuesta.
Al comentar las normas, conviene subrayar la importancia del derecho de todas las personas a la información privada. Se pueden presentar ejemplos de preguntas que no se deben formular. En cada debate es apropiado reforzar positivamente el cumplimiento de las normas. Por ejemplo se puede decir algo como: “Voy a ceder la palabra a… porque tenía la mano levantada”. Puede ser útil que el alumnado sugiera otras normas para mejorar el debate.
CÓMO SE PUEDE CONTRIBUIR AL ÉXITO DEL DEBATE
Los debates de reflexión surgirán más a menudo si se recuerdan las siguientes sugerencias:
• Repasa las preguntas de las actividades que se proponen en el programa. Haz especial hincapié en aquellas preguntas provocadoras que se pueden formular si el debate empieza a decaer. Empieza el debate con una de estas preguntas.
• Subraya el valor del “tiempo de espera” (pensar antes de hablar). Antes de que una persona del
grupo empiece a expresar sus ideas, puede ser conveniente que todas hayan tenido oportunidad
para reflexionar sobre el tema.
• Estructura la puesta en común insistiendo en que se sigan las normas básicas, utilizando el refuerzo positivo y ofreciendo un modelo de feedback positivo.
Finaliza haciendo una síntesis de lo aprendido. Tras el debate, el alumnado puede reflexionar sobre lo que se ha dicho y se ha aprendido. Esto puede hacerse oralmente o por escrito.
Fuente:
- ARARTEKO. Materiales basados en la convención sobre los derechos de la infancia. Educación primaria.